viernes, 8 de septiembre de 2017

"Falcó", una de espías por Arturo Pérez-Reverte

Terminada la lectura de "Falcó", llevo días dándole vueltas a la cabeza sobre cómo enfocar su comentario. He comenzado a redactarlo un par de veces, pero ninguno de los escritos hasta el momento me ha convencido. Cierto es que, como casi toda la obra de Arturo Pérez-Reverte suscita en mí mucho interés, y quizá mis expectativas con respecto a la novela eran demasiado elevadas. Pero vayamos por partes y comencemos por el principio.

Lorenzo Falcó, personaje principal de la novela, es un espía que se vende al mejor postor en tiempos en los que España estaba dividida en dos bandos opuestos. La Guerra Civil española es el marco en el que se mueve éste mercenario sin escrúpulos, en un contexto en el que la amistad y la lealtad viene marcada por el interés. "El mundo de Falcó era otro, y allí los bandos estaban perfectamente definidos: de una parte él, y de la otra todos los demás" destaca la contraportada. Un protagonista, por tanto, muy del gusto de Reverte, que vive a su aire, no se casa con nadie, que busca su propia supervivencia por encima de ideologías. En sus desventuras encontrará la horma de su zapato, una mujer hecha a su medida, fría, estratega y que al igual que Falcó jugará a parecer lo que no es. 


La novela se centra en un momento histórico muy concreto. España, otoño de 1936. Aunque  por la falta de datos queda claro que lo importante no es tratar el tema de la Guerra Civil Española, sino situar la historia en un contexto bélico. Cualquier guerra hubiera  valido igualmente, aquí no hay ni buenos ni malos, no busca el autor hacer juicios de valor sobre la guerra en sí misma, o sobre la tragedia humana que supuso enfrentar España entera. El autor no deja vislumbrar en ningún momento tendencia ideológica alguna, lo cual es de agradecer. Se trata, por tanto, de una novela de espías, y hasta ahí.

Como novela no defrauda. Bien construida y bien narrada, nos lleva de principio a fin sin altibajos, sin grandes sorpresas, con un ritmo estable durante toda la novela y con un lenguaje nada rebuscado. Esto último es lo que yo he llevado peor, después de haber disfrutado de un lenguaje exquisito en "Hombres buenos". No es la única diferencia entre ambas novelas. La descripción de los personajes en una, tan humana, tan cargada de emociones y valores, choca frontalmente con la otra, tan emocionalmente plana, fría y distante. Entiendo que ese era precisamente el objetivo del autor: transmitir ese control emocional , esa sangre fría que te salva la vida en una guerra. He de decir que lo consigue.

Como conclusión podemos decir que se trata de una novela entretenida (aunque no trepidante como he leído en alguna reseña), que mantiene el interés del lector sin implicarle excesivamente en la historia, con una narración correcta que no interrumpe la lectura (como sí ocurre con otros autores de cuyo nombre no quiero acordarme) pero que no trasluce emociones, en ese sentido se queda un poco plana. Para que todos me entendáis podríamos decir que en esta novela el lector no acompaña a los personajes en sus andanzas y desventuras, sino que los ves pasar. A pesar de que yo me quedo con "Hombres buenos", "Falcó" es una lectura muy recomendable.


1 comentario:

  1. Ahora que viene una segunda parte, quizá sea buen momento de empezar por el principio. A buscarlo voy.

    P.

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